lunes, 12 de octubre de 2009

Leyendas Canarias: Achaman




ACHAMAN


     Cuenta la leyenda que en los principios de la creación sólo existía Achamán, el Gran Dios Todopoderoso y eterno que se bastaba a sí mismo. Antes de Él sólo existía la nada ni la tierra ni el cielo ni el mar. El cielo y la luz no tenían colores hasta que Él lo ordenó. Achamán tenía otros nombres y se llamaba Abora, Achuhuran, Achahucanac, Achguayaxerax o Alcorac.  



     A Achamán se le debe la existencia de todas las criaturas de la Tierra, pues él creó el la tierra, el aire, el agua y el fuego así como toda la vida que en ellos había.


     Achamán vivía en las alturas de los cielos y a veces descendia a las montañas más altas para, desde ellas, contemplar y alegrarse por todos los seres que él había creado y que  y vivían felices y en paz.





     Un día Achamán se detuvo en lo alto del Echeyde, la Gran Montaña Blanca, y desde allí su obra le pareció más bella y perfecta que nunca y pensó y se dijo "¿Por qué no crear seres a mi imágen y semejanza para que cuiden este gran jardín?".  Y así fue como creó al primer Guanche, para que hiciesen uso de su gran obra y al mismo tiempo para que la cuidasen.